¿+ progreso o + de eso?

de la Voz:

Fomento acaba de admitir, en respuesta oficial al BNG, que las obras para construir los 14,9 kilómetros de carretera al puerto exterior han motivado problemas en el medio del valle de Doniños y en su laguna. No lo dice abiertamente, pero lo asume: «Tras la ejecución de estas [nuevas] medidas no se han observado nuevos arrastres» de tierra hasta el lago.

El departamento que dirige Magdalena Álvarez dice que ahora sí se han adoptado nuevas soluciones, aunque algunas de ellas ya se incluía en el estudio de impacto ambiental, el que aprobó el Gobierno del PP tras acatar 50 cambios reclamados por el Ministerio de Medio Ambiente. Es decir, cuando comenzaron las obras, hace medio año, no se adoptaron todas las medidas ambientales. Entre esas exigencias se encontraban una veintena de medidas para evitar cualquier consecuencia sobre el medio, la fauna, el paisaje o el patrimonio histórico. Por ejemplo, la construcción de nuevos drenajes y balsas de decantación.

Esos dos elementos ya se reclamaban en la propia declaración de impacto ambiental, como se puede leer en la página 235 del informe. O bien no se adoptaron esas recomendaciones, o bien no fueron suficientes para evitar corrimientos de tierra. En su respuesta al nacionalista Francisco Rodríguez, Fomento justifica ahora esos arrastres de tierra por «las intensas precipitaciones que se han producido a lo largo de los meses de febrero y marzo». Una aseveración «carente de lóxica tendo en conta a climatoloxía galega», observan desde IU, que ya avisó de esos posibles corrimientos en la alegación que presentó a ese estudio de impacto ambiental. Y recuerdan además que el anterior Gobierno, del PP, no avisó tampoco de esa posiblidad en el estudio informativo.

También el BNG comenta: «Cando se elaborou e aprobou o proxecto constructivo tiña que terse en conta que se trata dun espazo sensíbel, de grande valor ecolóxico e paisaxístico, polo que se precisaba dun especial coidado». Las medidas finales exigidas en ese informe ambiental sobre la obra de la carretera contemplaban el control del movimiento de maquinaria, el vallado de zonas sensibles, la habilitación de refugios para los murciélagos, las bolsas de decantación y barrenas para retener sedimentos -ahora reforzadas-, la creación de pasos para la fauna, el cerramiento con una valla tupida de 30 centímetros de alto para evitar atropellos de especies, la creación de hábitats o el sobredimensionamiento y adaptación de la red de drenaje.

Fomento asume que ahora es cuando que ha tenido que crear nuevos drenajes para «derivar el agua de escorrentía a diversos puntos de la red de existente», y una red de tuberías. Mientras, la entidad ecologista Adega, que también alegó al estudio de impacto, ha decidido llevar la construcción de ese vial ante las autoridades de la Unión Europea. En una carta a los comisarios de Medio Ambiente y de Política Regional, denuncian que en dicha obra se «incumplen la totalidad de las medidas protectoras y correctoras que se propusieron y aprobaron en el estudio de impacto ambiental», las veinte anteriormente citadas. Y piden por ello que se intervenga desde Bruselas.

¿Resulta tan importante proteger la laguna y el valle de Doniños?

Es uno de los espacios naturales más relevantes de la costa gallega, un conjunto conformado por un anillo verde, una laguna de agua dulce -sobresaliente característica, al estar junto al mar- y separada de la playa de Penencia-Doniños por un cordón dunar con particularidades de flora. Valores suficientes para defender que cualquier obra cuente con todas las protecciones ambientales para evitar su transformación.

La construcción de ese vial, avisan los ecologistas, tendrá ahora consecuencias que no se especificaron en el estudio ambiental aprobado por el PP y no modificado por el PSOE desde el Gobierno en Madrid. Por ejemplo, el paso constante de vehículos por la zona, o el propio impacto visual sobre el valle. Además, cuenta con una zona boscosa muy abundante. Ese entorno se encuentra catalogado dentro de la Red Natura 2000, que distingue a lugares con notable interés medioambiental.
Un ejemplo de lo sensible de su hábitat: el campo de tiro de Doniños, levantado hace diez años, provocó la desaparición de algunas especies de aves. La declaración de impacto ambiental fue aprobada y publicada en el BOE el 2 de diciembre del 2003, con medio centenar de requisitos impuestos desde el Ministerio de Medio Ambiente.

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