terça-feira, junho 26, 2007

A Cruzada da Igrexa contra Amnistía Internacional


El Vaticano condenó ayer a la organización humanitaria Amnistía Internacional (AI) por su política a favor del aborto y anunció que suspenderá la ayuda económica que le ofrecía. "La Iglesia católica dejará de financiar a Amnistía Internacional debido al cambio de posición decidido sobre el aborto", advirtió el cardenal Renato Martino, presidente del Pontificio Consejo para la Justicia y la Paz.
No recuerdo que hubiera llegado nunca tan lejos. Amnistía Internacional, organización de trayectoria intachable en la defensa de los derechos humanos, es hoy objeto de ataques por parte de la Iglesia católica. Como excusa, el manido tema del aborto, que los dirigentes eclesiales suelen sacar cuando quieren descalificar. Pero, ¿no habrá influido en esta nueva campaña vaticana la reciente visita del presidente norteamericano Bush? Por todos son conocidas las críticas que Amnistía Internacional dedica al Gobierno estadounidense por su guerra sucia contra el terrorismo (Guantánamo, detenciones secretas...).
Tras la liquidación del Concilio Vaticano II, los sucesivos Papas se han alineado con las posturas políticas más conservadoras, en una suerte de integrismo occidental donde el aborto se ha convertido en el único pecado perseguible. ¿Qué pensará el santo padre sobre la pena de muerte en EE UU o los condenados a morir por hambre en África? A juzgar por la poca vehemencia que manifiesta contra estas realidades, parece que lo que más le molesta es la defensa que de los derechos humanos realizan organizaciones tan admirables como Amnistía Internacional.
A imaxe dos repoludos foi tomada por Maite Bouza, en Ovieu na Semana Santa do 2.007

2 comentários:

Anónimo disse...

El Consejo Pontificio para la Justicia y la Paz ha anunciado que retirará la ayuda económica que ofrecía a Amnistía Internacional después de que esta institución haya decidido apoyar el aborto.

«La Iglesia católica dejará de financiar a Amnistía Internacional debido al cambio de posición decidido», anunció oficialmente el cardenal Renato Raffaele Martino, presidente de ese organismo vaticano, en una entrevista concedida al semanario estadounidense «National Catholic Register».

El pasado 25 de marzo, en su Conferencia nacional anual, en Edimburgo, los cerca de 400 miembros británicos de Amnistía Internacional expresaron con un voto la decisión de comprometerse en la despenalización del aborto, y en la promoción de servicios de apoyo a los programas de control demográfico, que incluyen la legalización y el acceso gratuito al aborto.

El cardenal denunció «los “lobbies” internacionales que trabajan a favor del aborto y la propaganda que promueven en el marco de lo que Juan Pablo II llamaba “la cultura de la muerte”».

«Es sumamente grave que una organización tan valiente como Amnistía Internacional ceda a las presiones de estos “lobbies”», lamentó el purpurado italiano.

El presidente del Consejo Pontificio concluyó invitando a los católicos y a toda persona de buena voluntad a «intensificar su compromiso en defensa del derecho a la vida de todos los que están por nacer, sin distinciones imposibles entre casos en los que el asesinato del niño en el seno de la madre sería justo o injusto».

«La eliminación voluntaria de toda vida humana inocente es siempre un delito», recordó.

En 1996, la Santa Sede tomó una medida similar contra UNICEF, el fondo de Naciones Unidas para la Infancia, después de que también adoptara la decisión de promover el aborto en ciertas circunstancias.

http://www.zenit.org/article-23990?l=spanish

Anónimo disse...

Non me sorprende, a igrexa católica mata, asesina os seu propios cregos, ten un intereses económicos propios. Que máis lles da a xente que condenou a Copernico, perdoarón a Miguel Servet pola circulación pulmonar da sangue, o mesmo ocorre coas células nai, ou e que a eles interesalles que non exista cura para o alzeime, parkinson, etc. Porque cando falan de embrión non din o que é unha blatula ou o proceso de división celular. Se un aborto é un asesinato, comerse un ovo fríto é unha abominación. Señores sexamos consecuentes.